viernes, 18 de octubre de 2019

Un minuto detrás



Apareciste en mi horizonte cuando el sol de la tarde ya no quemaba las pupilas, una llamarada que aumentaba su tamaño e intensidad conforme mis pasos reducían la distancia.  Recordé viejas historias de pueblo donde la fantasía convertía almas atormentadas en fuegos fatuos que danzaban a la mitad de la noche para congoja de los comunes... porque entre más nítida era tu forma mayor era el arrobo.

El primer resplandor lo causó tu sonrisa: franca, abierta, segura, en pleno goce evidente de tu ser. La imagen indicaba un minuto de haberse publicado.

El segundo destello impactó la corteza cerebral,  desconcierto total ante  la extraña combinación de belleza y agudeza mental... toda una vida alejado de dogmas y una promesa paradisíaca que sobrevuela frente de mi. Fue un deleite mirar cómo destrozabas argumentos de insidiosos, cómo recibías vítores aliados y como te solazabas en medio de ello. Cuando lleno de entusiasmo decidí entrar al jolgorio virtual, hacía un minuto que dabas por cerrada la conversación

El tercer impacto llegó como un rayo que atraviesa toda construcción y estructura interna... cimbrando y demoliendo las pocas certezas, destruyendo las bases que podrían sostener la endeble visión de la individualidad. Ese día campeabas como la versión femenina del Cid en las praderas llenas de seres sin vida que habían osado levantar vista y voz hacia tus ojos o sonrisa, pero uno a uno caían desmembrados totalmente por el efecto de las frases llenas de pasión, emoción y anhelos que las mentes endebles no soportan. Esa vez no quise correr con la misma suerte anterior y entré sin reparo ni recelo al campo de batalla.

Erguido sobre una esperanza a manera de montura y solo "protegido" por mi espartano deseo y el humor infantil haciendo de yelmo, me lancé sin perder más tiempo hacia donde miré que aún cercenabas cabezas de aspirantes o suspirantes de tu atención. Cuando tensé todos mis músculos porque la embestida de monturas era inminente, descubrí que arremetía contra un espejismo... hacía un minuto que tu mente volaba en otro cielo como decía "El Príncipe".

"Sabia virtud aprovechar el tiempo"... virtud amarga cuando descubres que la existencia cabe o depende de 60 segundos...

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